La levadura de cerveza es una fuente excelente de proteína producida de forma natural a partir de la fermentación de la cerveza o de la melaza de remolacha. Se provoca tal fermentación debido al uso de las flores de lúpulo que aportan el sabor amargo muy característico excepto cuando se toma la levadura de cerveza elaborada con la melaza de remolacha, dicho proceso no necesita lúpulo. Después de la fermentación la levadura es desecada utilizando técnicas avanzadas para conservar su contenido en proteína, vitaminas, minerales y oligoelementos entre los cuales destacan por excelencia el cromo y el selenio. Las terapias con levadura son indicadas en campos de tratamiento clásico como: Infecciones por hongos cutáneos (erupción cutánea muy irritante en zonas de piel húmeda y recalentada, por ejemplo, entre los dedos de los pies (hongos), en las axilas, en las ingles). Forunculosis (infecciones por estafilococos en glándulas sebáceas o sudoríparas) Eccemas